El pasado viernes 12 de diciembre fue un día para construir esperanza. En la Fundación El Comienzo del Arco Iris, un grupo de cerca de 20 Voluntarios de Corazón de Audifarma, atendieron el llamado de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) para regalar tiempo, esfuerzo y corazón en una jornada que dejó huellas y un gran trabajo.
Desde muy temprano, nuestros voluntarios se colocaron en acción para embellecer y limpiar la sede, recuperar espacios comunes y devolverles vida. Esta nueva jornada tenía una sola misión: crear un entorno dinámico y acogedor para quienes encuentran en la fundación un lugar de apoyo y acompañamiento.
Uno de los momentos más especiales de la jornada fue la siembra de árboles en la huerta comunitaria. No se trató solo de sembrar semillas, sino el futuro, aprendizaje y sostenibilidad. Cada cultivo representa una oportunidad para fortalecer la autonomía, el trabajo colectivo y el cuidado del entorno, valores que crecen junto a la tierra.
La jornada también permitió organizar una sala de estudio, pensada como un espacio de concentración, tranquilidad y sueños. Un lugar donde niños y jóvenes podrán aprender, imaginar y construir nuevos caminos, respaldados por un ambiente adecuado para su formación.
Este voluntariado sirvió para evocar que cuando las organizaciones y las personas se unen alrededor de un propósito común, el impacto trasciende lo material y se convierte en bienestar, confianza y esperanza de vida.
Agradecemos a la ANDI, a la Fundación El Comienzo del Arco Iris y a cada voluntario que hizo posible esta jornada. Transformar un espacio también es resignificar vidas a través de acciones solidarias que permiten construir comunidades fuertes y humanas.