OBJETIVO:
Caracterizar las infecciones causadas por Staphylococcus aureus en una clínica de alta complejidad en Colombia y determinar los factores asociados a la mortalidad intrahospitalaria, con especial énfasis en los casos resistentes a meticilina (SARM).
MÉTODOS:
Se realizó un estudio observacional retrospectivo y longitudinal que incluyó pacientes hospitalizados entre 2018 y 2023 con infecciones por Staphylococcus aureus confirmadas por cultivo. El seguimiento se efectuó desde el diagnóstico hasta el alta hospitalaria o el fallecimiento. Se llevó a cabo un análisis descriptivo de las características clínicas, seguido de análisis bivariado y multivariado para identificar los factores asociados a la mortalidad.
RESULTADOS:
Se incluyeron 361 pacientes, con una media de edad de 49,2 años; el 62,6 % eran hombres. Las infecciones más frecuentes fueron las de piel y tejidos blandos (51,0 %) y la bacteriemia (25,5 %). Los antibióticos más utilizados fueron la clindamicina (53,5 %) y la vancomicina (42,7 %).
El 46,3 % de los casos correspondió a infecciones por SARM, y el 25,8 % presentó resistencia a clindamicina. Además, el 37,7 % de los pacientes requirió atención en UCI, el 33,2 % desarrolló sepsis, el 19,1 % necesitó ventilación mecánica invasiva y el 13,9 % falleció durante la hospitalización.
El análisis multivariado mostró que un mayor índice de comorbilidad de Charlson (ORa: 1,45; IC 95 %: 1,04–2,02), una puntuación más alta en la escala de bacteriemia de Pitt (ORa: 1,72; IC 95 %: 1,21–2,46) y la presencia de bacteriemia (ORa: 5,30; IC 95 %: 1,44–19,41) incrementaron la probabilidad de mortalidad. Por el contrario, recibir tratamiento empírico con antibióticos que cubren SARM (ORa: 0,03; IC 95 %: 0,00–0,24) y niveles más altos de hemoglobina (ORa: 0,75; IC 95 %: 0,65–0,87) se asociaron con un menor riesgo de muerte.
CONCLUSIONES:
Las infecciones por SARM continúan siendo frecuentes y muestran resistencia significativa a la clindamicina. La identificación de factores clínicos asociados a mayor riesgo de mortalidad es fundamental para orientar decisiones terapéuticas y optimizar los protocolos hospitalarios, con el fin de reducir desenlaces adversos en esta población.